Estamos en una época en la que hay días en
que parece que nunca vamos a volver a ver la luz del sol que nos cautivó, que
tanto hemos contemplado…admirado y disfrutado. Pero después y cuando menos lo
esperamos nos sorprende ahí en el cielo, bajitooo…hasta poder tocarlo…. Y ahora
con fuerza, el sol quema y las tormentas nos sorprenden a cualquier hora, mucho
ruido, mucho, se parte el cielo.
Hoy es
uno de esos días que el sol no brilla, tal vez por ese color gris del cielo… llego su hora, vamos hablaros
de unos derechos humanos que aquí como en ningún otro sitio brillan por su
ausencia.
Para
nuestro proyecto de la realidad socio-económica de la mujer decidimos y tuvimos
la oportunidad de visitar una de las
cárceles de Maputo, en concreto, la cárcel de la Machava, conocida en la ciudad
por ser la de “alto control”. El fin poder entrevistar a un hombre preso por
maltratar a una mujer… fueron 3 los intentos, no conseguimos tal entrevista. Pero aquellas visitas nos dieron la
oportunidad de conocer otra realidad, …
Estas visitas las hicimos junto a una comunidad religiosa, la de Santo Egidio y
los activistas del proyecto DREAM. muerthttp://dream.santegidio.org/public/News/x__newsreadpubNS.asp?IdNews=524&offset=0&Curlang=SP
Organización
que en 2002 abrió las puertas aquí en Mozambique
(por aquel entonces bajo el nombre de “Mulheres para o DREAM”) su lucha contra
el SIDA, ofreciendo terapia a esos enfermos que nunca antes soñaron con el
tratamiento antirretroviral. Que se veían
a esperar sentados… condenados, sin derecho… por qué? por nacer en este lado del mundo, pero la realidad es que
“para esos 22.5 millones de africanos infectados, ya el problema de prevención
no existe, el que existe es el de la terapia” Tenemos terapias eficaces pero
nos preocupamos por hacerlas accesibles?
África siempre llena de obstáculos…
Sin duda fue interesante conversar con los
activistas, la mayoría enfermos que en su día tuvieron la oportunidad de
empezar a soñar, siguen soñando, viviendo
y no dudaron en empezar a hacer soñar a otros que al igual que ellos estaban
condenados a sentencia. También duro escucharlos, los inicios de una sala de
espera que se despertaba con cuerpos sin vida, de aquellos que desde el campo y
durante una noche entera caminaban hasta llegar arrastrándose a las puertas del
hospital de la Machava en Maputo, donde el primer centro de DREAM está, sin
embargo llegando de noche no lograron ver la luz del amanecer, ni abrir las
puertas del sueño.
Nos encontrábamos en esa misma sala de espera
del Hospital de la Machava, nos reuníamos ahí, y ahí empezaban los relatos de
camino a la cárcel del mismo nombre, que todos los miércoles recibía la visita
de esta comunidad para la realización de una misa donde los presidiarios
participaban activamente. Después llegaban los minutos de charla con ellos… una
cárcel con grandes espacios verdes, con aires a un campo de concentración
aleman… y con unos presidiarios ansiosos por hablar con los externos,
visitas,.. Jóvenes presos que por robar una computadora o participar en una
pelea, se encontraban olvidados por todos durante meses, sin ser juzgados, sin
ser condenados, simplemente sin noticias, si el día en que los capturaron
hubieron tenido en el bolsillo un punado de Meticais para aquel policía de
turno.... así, esperaban que alguien les echase una mano…. No era un joven, ni
dos,… eran unos cuantos los que buscaban consuelo sin reparar ya en sus
derechos. Que derechos?
Reflejo de ausencia de ellos es la existencia
de enfermedades como la fístula obstétrica, porque el SIDA y la MALARIA son las
grandes enfermedades, pero la persistencia de otras enfermedades como el de la
fistula obstétrica es claro ejemplo de que significa de que los derechos
humanos no están siendo respetados.
Las victimas de esta enfermedad que tiene
consecuencias que van desde infecciones, parálisis en piernas, infertilidad y
hasta la misma muerte entre otros; son de nuevo, ellas.
Las jóvenes que sufren un casamiento prematuro (uniones
forzadas en donde se violan los derechos de la joven privándole de una vida
normal, se la excluye y auto-isola); aun
al no estar desarrollado su cuerpo sufre de este mal al dar a luz a su primer
hijo, mujeres adultas que desenvuelven esta enfermedad durante un
parto complicado, y sin asistencia médica. El atraso en tomar la decisión de ir
al hospital (porque en algunas provincias de Mozambique la creencia de que un
parto complicado implica infidelidad de la mujer provoca atrasos en llevarla al
hospital, sólo después de confesar la infidelidad, imaginaria o real, será
llevada), el atraso en llegar al mismo (distancia, escasez de medios) y el
atraso en ser atendida en el hospital (por el débil sistema de salud publica,
con un personal medico mal pagado y sobrecargado) son las causas de este mal que
hace que la mujer quede incontinente, se abandone, pierda su autoestima y
sobretodo la capacidad de llevar una vida normal, ya que dejara de ir a la
huerta, a la iglesia o usar transporte público. En la mayoría de los casos el
marido las abandona y pierden a su bebe.
Esta enfermedad perjudica a cerca de 100,000
mujeres en Mozambique y pocas personas la conocen. Sin embargo, la fistula
puede ser tratada, 8 de cada 10 pueden ser curadas con una operación simple.
Aun así menos de 300 son operadas cada año y anualmente se estima que son entre
300-400 las nuevas mujeres que la padecen.
Faltan médicos, hospitales, y medicamentes
pero sobre todos falta voluntad política y solidaridad para liberar estas
mujeres, porque “la fistula obstétrica es una prisión donde ninguna mujer debería
vivir”.
La organización OMS realizó un estudio en el
hospital de Beira en Mozambique a 84
mujeres. La edad media 29 años, 70% nunca fueron escolarizadas, 90% casadas
antes de sufrir la fistula, después de ella el 50% separadas, para el 90% el
parto duró mas de 24 horas, y apenas sobrevivieron 4 bebes, el tiempo que las mujeres
vivieron con esta enfermedad una media de 54 meses 4 años y medio.
Señalaron que la causa de que muchas mujeres
jóvenes y adultas no utilicen los servicios de salud son su limitado poder de decisión
y las creencias sobre la gravidez y el parto. Las creencias y África van de la mano aún hoy en día..
Laura Joao 24 años, Sofala. Nunca fue a la
escuela. Sufre de fistula desde hace 11 años. Vive con su madre, su marido la abandonó. Casó con 12
años. Fué “lobolada” (casamiento tradicional mozambicano) con un hombre mayor. “Quedé
embarazada a los 13 años. No fuí a consulta pre-natal, porque quedaba lejos de
casa el hospital. Para el parto mi marido me llevó a casa de mi suegra. No
conseguía dar a luz. Me quedé dos días con muchos dolores. Finalmente, me
llevaron al hospital. Tardamos mucho en llegar. Me hicieron cesaría. El bebé
nació muerto. La fistula apareció mas tarde, cuando volví a casa. Comencé a
orinar continuamente. No podía hacer nada solo quedarme en casa durante 11
años. No quiero ver mas hombres, ni dormir con ningún. Prefiero quedarme sola y
sin hijos porque tengo miedo. Después de la operación quiero hacer todo lo que
antes hacía”. Eran las palabras de Laura antes de entrar a la sala de
operaciones.
Valete Rubene, embarazada de trillizos, con
un parto complicado es llevada de su aldea al hospital 35 km, de aquí es
trasladada al hospital de Chimoro a 250 km. Los bebes murieron y ella desenvolvió
una fistula. “Lo peor de la fistula fue el problema de no poder ir a la machanva
(huerta) o andar libremente, la necesidad de cambiar de ropa constantemente y
mis miedos de ser rechazada por amigos y familiares”. 4 meses después de
ser operada Valete es otra mujer. No tiene miedo ni la tiembla la voz. Pasa por
la aldea con la cabeza levantada, sonriente.
ESTE ES UN CANTO CANTADO POR MUJERES OPERADAS
DE FISTULA EN EL HOSPITAL DE BOROMA.
“ É manhazinha, e a mina cama esta seca!
Estamos muito agradecidos. Ficamos isoladas. Estivemos muito longe deste mundo.
Agradecemos-te, ó doutor, por nos teres trazido de volta ao mundo. De volta ao
mundo dos vivos”.
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